Imagen de @itziarlopez_

El pasado 7 de mayo el espacio Icaza Colaborando se convirtió de nuevo en el escenario elegido por los miembros del nodo norte para organizar un taller dirigido al profesorado. Esta sesión de formación, centrada en el Visual Thinking como herramienta de enseñanza y aprendizaje, ha servido de broche final a una serie de talleres que hemos ido organizando periódicamente a lo largo del curso 2017-18 y que retomaremos el próximo curso escolar con fuerzas renovadas.

El taller, titulado “Érase una vez… la escuela” e impartido por Garbiñe Larralde (@garbinelarralde) con la colaboración de Itziar López (@itziarlopez_), estuvo dividido en tres bloques:

  • En primer lugar y a modo de brevísima introducción, recordamos el gran -y muchas veces olvidado- valor pedagógico que tiene el dibujo en todas las materias y niveles educativos. En este sentido, se incidió en el hecho de que no es necesario ser un buen dibujante para dibujar, de la misma manera que no es necesario ser un excelente escritor para escribir.  
  • A continuación, las cartas de Duplik nos sirvieron como puente para pasar de la teoría  la práctica. Este juego de mesa consiste en que uno de los participantes describe una imagen para que los demás la dibujen, con la peculiaridad de que no gana el juego quien haya dibujado mejor sino aquel que haya acertado más criterios de entre los que aparecen en una lista que no se conoce hasta el final de la partida. Esto nos sirvió también para reflexionar acerca de la importancia de dar a conocer al alumnado los criterios de evaluación antes de la realización de una determinada tarea.
  • Y tras estas tareas introductorias, nos adentramos en el bloque central del taller: la creación de narraciones visuales. Para ello, los participantes, divididos en grupos, crearon su propia visualteca a partir de tres cartas diferentes que se les repartió al azar (personajes, objetos y eventos). Una cuarta carta, en la que se relataba el final de una historia, vino a sumarse a las anteriores; y, a partir de ese momento, los diferentes miembros de cada grupo fueron rotándose un organizador gráfico en el que plasmaron una historia colaborativa relacionada con la escuela.

Imagen de @itziarlopez_

Todos y cada uno de los participantes del taller, armados con lápices y rotuladores de colores, se esforzaron en dar lo mejor de sí mismos, que fue mucho. Y aunque no dispusimos del tiempo suficiente para que pudieran contar en voz alta sus relatos visuales, la jornada fue muy amena y esperamos que todo el mundo disfrutara de ella tanto como nosotras. Nuestro más sincero agradecimiento a todas las personas que participaron en ella.

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Recursos utilizados:

Garbiñe Larralde e Itziar López 

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